Fallos típicos en curva
Hay situaciones típicas que muchos hemos vivido en nuestros inicios y con suerte solo han acabado en susto o salida de la carretera sin más, pero que pueden acabar fácilmente en una caída de mayores consecuencias.
El principal error del novato es mirar cerca o mantener la mirada en un mismo punto. Debemos tener siempre presente que conduciendo la moto, una mirada globlal y lejana será nuestra mejor aliada.
Global para tener constancia de lo que sucede en conjunto y lejana para anticipar las acciones. Conviene recordar que en moto, donde se mira, se va. Si algo se cruza en nuestro camino y nos quedamos mirándolo, acabaremos inevitablemente colisionando contra ello. Recuerdalo siempre, mirada a lo lejos.
El miedo a inclinar la moto en plena curva es lo primero que hay que superar porque, si no, tarde o temprano nos encontraremos en una situación en la que el radio de nuestra curva acabará en el carril contrario (a derechas) o en el campo (a izquierdas). La práctica es la mejor manera de perder ese miedo. Y si es en circuito, mejor.
Si te encuentras con una trazada que se abre o una curva que se cierra y necesitas inclinar más la moto para girar con un radio menor, deberás forzar la moto a entrar más en la curva a base de pequeños impulsos en el manillar, acariciando el freno trasero y sin tocar el delantero.
Otra situación bastante típica es la siguiente: después de una larga recta o de una aceleración demasiado fuerte, llegamos a la curva más rápido de lo previsto, y a la hora de frenar nos quedamos bloqueados al descubrir la curva, empezando a «pasarnos de frenada» porque superamos el punto óptimo de giro (ápice) sin haber soltado todavía los frenos.
Llegar a esa situación también puede deberse a factores externos, es decir, puede darse no sólo porque hemos llegado muy rápido, sino porque haya «algo» (mancha, grava, animal suelto…) que nos obligue a rectificar nuestra trayectoria y frenar tarde.
Mientras esto ocurre vemos que la moto «no quiere» entrar en la curva y sigue abriendo su trayectoria como si hubiera unos raíles en el asfalto que la obligaran a seguir recta. ¿Qué está pasando?
Muy sencillo: es la tendencia que vimos tienen todas las motos a «levantarse» cuando frenamos inclinados, debido al par de fuerzas que se genera entre la fuerza de frenado y la tracción del ancho neumático delantero, inclinado; con el riesgo añadido que si superamos la fuerza de frenado máxima, sufriremos una caída.
La solución si hemos conseguido reducir la velocidad, como deciamos al principio es tirar la moto al suelo y mirar donde queremos ir.